Seguramente has escuchado alguna vez la creencia tan generalizada que los vinos tintos van con la carne y los blancos con el pescado… Ya hemos tirado un poco este mito y hemos descubierto que el acompañamiento de alimentos con vinos es mucho más rico y que admite cientos (sino es que miles) de combinaciones; pero a todo esto, ¿qué sucede con los vinos rosados? ¿Cómo se maridan? ¿Es cierto que solo van bien con postres?
En términos generales, un vino rosado se trata de una bebida refrescante con una acidez que evitará que se sature el paladar. De hecho, es ideal para beber en días muy calurosos. Tendrá taninos igual que el tinto, pero en menor cantidad. Esto le dará algo de astringencia que equilibra los sabores y aromas.
Y no, no sólo acompaña bien a los postres. Aquí te contamos algunos de los maridajes que puedes llevar a cabo:
Pescados y mariscos
Cuando pensamos en estos alimentos, lo más seguro es que se nos venga a la mente el vino blanco; pero los rosados les hacen una muy buena competencia, especialmente aquellos que huelen y saben a frutas, ya que intensifican el sabor potente de ciertos mariscos y pescados.
Una etiqueta que acompañará muy bien comidas refrescantes de mar como sashimis de salmón o atún, langostinos y camarón es Sophie Rosé de Vinícola Santa Elena.
Pastas y ensaladas
Entre menos condimentado sea el platillo, mucho mejor irá con el vino rosado; por eso es que las pastas, ensaladas y arroz son una buena opción. Los rosados les brindan una suavidad y frescura únicas que hacen que los platos se disfruten más.
Carne y embutidos
Se recomienda beber vinos rosados con embutidos y carnes rojas, si son más fuertes y de colores intensos casi rojos. Con carne de cerdo se aconseja combinar el vino que esté elaborado con una monastrell. El sabor afrutado del vino rosado va muy bien con las costillas asadas y con cualquier carne a la brasa.
Si quieres una opción para acompañar charcutería, Rosatus de Bodegas Origen es la elegida.
Postres, frutas y quesos
Aquellos que tienden a ser más dulzones, maximizarán el sabor de los postres como un pay de limón, un pastel de chocolate y nata, etc.
De hecho, irán mejor con los postres hechos de frutas, como tartaletas; pero si solo quieres tomar un tentempié con alguna fruta como melón o durazno, también se llevarán de maravilla. Entresueños de Vinícola Santa Elena sería una excelente opción para este último caso.
Y en cuanto al queso, busca que sean suaves. Un vino hidrocálido que va bien con tartas de frutas y quesos suaves es Popayán de Hacienda de Letras.
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