¿Cómo se hace el vino? - Aguascalientes Wine

Has disfrutado de él en múltiples ocasiones, has experimentado sensaciones diversas con su sabor único, has brindado, has celebrado, te has relajado con una copita; pero ¿alguna vez te has preguntado cómo se hace el vino? La verdad es que es todo un arte milenario.

La cultura del vino nació prácticamente con el hombre paleolítico y ha estado con él en distintas etapas de su historia, y así como lo ha hecho el hombre, el vino también ha experimentado profundas transformaciones.

Hoy en día, el mundo del vino ha crecido enormemente, en él existe un sinfín de variedades, muchas recetas distintas y todavía muchos sabores por descubrir. Una botella es el resultado de un largo y delicado proceso que los vitivinicultores realizan para llegar a ese exacto sabor que tu paladar disfruta.

Todo comienza en el suelo…

Todo tipo de vino se realiza a partir del fruto de la vid, de la especie vitis vinífera, o de variedades que hayan sido cruzadas con esta; las uvas de mesa no son aptas para la elaboración de esta bebida.

La etapa del cultivo es una de las más importantes, pues para lograr un vino de calidad se deben estudiar y tomar en cuenta los factores que influyen en el crecimiento y desarrollo del fruto como el tipo de suelo y los factores climáticos. Cada variedad es diferente y hay que adecuar las técnicas de cultivo a cada una de ellas; asimismo, cada uva tiene su propio período de cosecha que depende del grado de madurez.

Una vez cosechada. se realiza el proceso de despalillado donde las bayas se desprenden de la estructura herbácea del racimo, así como de otros restos vegetales. Este proceso puede realizarse de una forma total o parcial según el tipo de vino.

Una de las imágenes más populares del proceso de realización de los vinos es el aplastamiento de uvas con los pies descalzos, pero esto ya solo ha quedado para el recuerdo. Antiguamente, esa era la forma en la que se hacía; sin embargo, en la actualidad es algo que muy pocas vinícolas realizan, pues ya existen máquinas dedicadas a este rol.

La vinificación es la etapa fundamental de la producción. Su tiempo de duración depende del tipo de vino. Aquí sucede la fermentación que consta de 2 fases: la fermentación alcohólica, que se origina cuando los microorganismos de la uva transforman de forma natural los azúcares en alcohol, y la maloláctica, en la cual el ácido málico se convierte en ácido láctico.

Para que esto ocurra es fundamental que la temperatura de fermentación del vino esté en todo momento controlada; en términos generales, las temperaturas de fermentación de los vinos tintos son más altas, oscilando entre los 25 y los 30 grados, mientras que las de los vinos blancos suelen estar entre los 18 y los 20 grados.

Tras este paso, el vino se coloca en recipientes que pueden ser de diferentes tipos: tanques de acero, tanques de cemento o barricas de roble para su crianza. Regularmente, los vinos blancos no requieren una crianza prolongada; los tintos, por su parte, se pueden quedar meses o años dependiendo de las propiedades que se busquen lograr.

El trasiego es una de las etapas finales. Aplica para los tintos y consiste básicamente en mover el vino de unas barricas a otras, y aunque no todas las bodegas lo aplican, sí es muy importante para conseguir vinos tintos de alta calidad.

Y por fin, se llega al clarificado y embotellado: el caldo es sometido a un proceso en el que se limpia de las impurezas que puedan estar presentes antes de proceder a embotellar. Antes de llenar la botella, se elimina el oxígeno presente en ella por medio de nitrógeno gaseoso u otras técnicas, así también se hace después de la inserción del vino para eliminar el oxígeno que queda entre el cuello y la tapa.

Una vez cerrada la botella, el vino se conserva durante un periodo de tiempo limitado antes de venderse.

Ahora que ya conoces cómo se hace el vino, es tiempo de descorchar una botella y disfrutar. Visita nuestra tienda en línea para que escojas la botella que prefieras y degustes los sabores de la tierra hidrocálida.

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