Los espumosos son considerados los vinos más divertidos y versátiles; las burbujas que los acompañan brindan mucho de esa percepción, además de que usualmente son servidos en momentos de júbilo y celebración.
En el mercado se pueden encontrar en un rango de precios muy amplio, accesibles a cualquier bolsillo y con niveles de calidad aceptables. Y sea cual sea el precio de esa etiqueta que pretendes disfrutar, lo más seguro es que quieras que sea una muy buena experiencia, así qe la próxima vez que descorches un vino espumoso, considera no cometer estos errores:
- Servir más de 3/4 partes de la copa (o hasta el tope). Hay que tratar de servir la copa medio llena.
- A diferencia del vino tinto, la copa de vino espumoso no debe ser agitada porque perdería la burbuja.
- Tomar la copa de la parte superior, lo que provoca que el vino se caliente. Siempre hay que sostenerla de la parte baja, del tallo o pie de la copa.
- Servirlos demasiado fríos. Como cualquier otro tipo de vino, es necesario apreciar sus aromas y sabores, lo cual no se puede lograr si están muy fríos. La temperatura ideal a la que deben beberse es entre siete grados, para los más sencillos, y doce grados para los champanes y cavas más exclusivos.
- Tomarlos en las copas menos adecuadas. Si bien, está muy extendido el uso de las copas tipo flauta, las cuales hacen que las burbujas se vean estupenndamente, enfatizan la efervescencia y ayudan a que el gas fluya sin perderse con rapidez; la estrechez de estas restringe la apreciación de los aromas y sabores de los vinos. Así que en lugar de beberlos en copas de tipo flauta, los expertos recomiendan servirlos en copas de vino blanco, lo que mejora la experiencia de degustación; quizá esto no deba hacerse con todos los vinos espumosos, pero sí al menos con los de alta gama.
- Creer que están reservados para ocasiones especiales. La mayoría relaciona las burbujas de los vinos espumosos con la alegría y la diversión; por eso, los limitan a determinadas celebraciones: bodas, graduaciones, eventos empresariales, etc.; sin embargo, no hay razón por la cual limitarlos tanto. Cualquier ocasión es buena para abrir un vino espumoso
- Considerar que solo maridan con postres. Tampoco hay que pensar que solo maridan con postres: los cavas y champanes que más se beben, brut nature y extra brut, con muy poco azúcar residual y una acidez importante, no combinan con comidas dulces. Un sinfín de platillos pueden acompañar esa etiqueta que tienes en casa, solo es cuestión de que investigues un poco sobre sus posibilidades de maridaje. Conatus y Conatus Brut Nature, producidos por Viñedos El Potrerito, son dos vinos espumosos que maridan con algo más que postres: el primero va excelentemente bien con chiles en nogada, mole poblano y comida mexicana no muy picante; y el segundo, con frutos del mar, verduras, frutas y quesos.
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