Los vinos rosados pueden tomarse en casi cualquier momento del día y prácticamente pueden maridarse con cualquier alimento. Además, son vinos muy empáticos porque resultan perfectos para compartirlos tanto con expertos como con personas que apenas se están iniciando en el arte de tomar vino. En pocas palabras, da gusto beberlos porque son frescos, ligeros y muy versátiles (con ellos puedes hasta preparar clericot).
Las casas vinícolas de Aguascalientes también han apostado por elaborar vinos de este tipo y aquí te compartimos cuáles son los que están disponibles en Ags.wine:
Sophie Rosé. Es un vino joven, con una personalidad muy frutal, madurado durante 3 meses en barrica de roble francés y con guarda en botella de 1 a 3 años. De color rosa mexicano vibrante, de aspecto brillante y limpio, presenta aromas intensos de frambuesa, fresa, sandía y caramelo. En boca, es balanceado, con sensación en boca muy completa y con un toque de notas de toronja en el retrogusto: con una excelente acidez. Acompáñalo con charcutería; frutas como melón o durazno; con comidas refrescantes de mar como sashimis de salmón o atún, langostinos, camarón.
Rosé Casa de Quesada. Es un vino seco y con buena acidez. Fermentado en tanque de acero inoxidable, sin paso por barrica y guarda en botella de 2 años. Con aromas a fresa, cereza, frambuesa, granada, toronja y eucalipto; es un rosado medio intenso, afrutado y con un buen final.
Rosatus. Vino fresco y fácil de tomar, ideal para abrir el apetito en una mañana de primavera. Es un rosado, sin paso por barrica, que se expresa mejor conforme va pasando el tiempo, demostrando su gran capacidad de evolucionar. Presenta un color salmón muy similar al oro rosa, brilloso y sumamente límpido. En nariz, desde un inicio se percibe el durazno y un poco de aromas a fresas muy frescas. Tiene una nota mineral bastante agradable y ciertos aromas cítricos que hacen un ensamble perfecto. Ya en boca, es sumamente cítrico, con acidez tersa; el retrogusto está marcado por el melocotón mucho más dulce que además se mantiene hasta el final. Puede maridarse con comidas refrescantes, frutas como melón o durazno, sashimis de salmón o atún, frutos del mar como langostinos o camarón e incluso con charcutería.
Entresueños. Vino rosado de maceración, muy aromático, sin azúcar residual y fresco. De color rosa salmón, sumamente transparente, límpido y brilloso. Tiene una carácter aromático fresco; con matices a fresas y durazno, abre después de unos segundos y se vuelve un poco más “dulce” conforme pasan los minutos. En boca, es cítrico en madurez, algo de toronja y durazno. De pronto, salta el melocotón, vino largo y que va adquiriendo cierta complejidad mientras va abriendo. Va perfecto con comidas refrescantes, frutas como melón o durazno, sashimis de salmón o atún, frutos del mar como langostinos o camarón. También va bien con charcutería.
Iberia Rosado. Es un vino rosa salmón brillante, con destellos de rojo cobrizo. En nariz, es frutal, complejo y atractivo, con aromas a frutos del bosque y matices de melocotón y toronja, con un ligero toque de caramelo. En boca, presenta una acidez balanceada, cuerpo medio y excelente sensación refrescante, con retrogusto de cítricos y bergamota. Fácil de tomar.
Popayán. Vino dulce rosado. Suave en boca, fresco, equilibrado, con exóticos toques de fruta del dragón, mango y durazno. De color brillante salmón y cuerpo medio. En él, predomina la intensidad aromática afrutada y tropical, de carácter olfativo fresco. Disfrútalo acompañado de ensaladas, ceviche, sushi, salmón, tarta de frutas y quesos suaves.
Reborujo Rosado. Es un vino semiseco, sin paso por barrica y con guarda de 2 años en botella. Presenta un alta intensidad aromática y frutal en la que resaltan los frutos rojos oscuros, con notable terroir floral. Es de acidez media baja, taninos suaves y redondos con dejo armonioso y duradero en boca. Excelente para acompañar con atún, salmón, mariscos, pastas y ensaladas o quesos suaves.
Irana. Rosado con toques cobrizos, brillante, vivaz. Es de gran intensidad aromática; presenta notas frutales de durazno, fresa, manzana verde y toronja, además de una nota floral de azahares y también un toque de miel. Vino seco con frutalidad explosiva y acidez vibrante. Se perciben los frutos rojos, la manzana verde, durazno y un ligero amargor de la cáscara de toronja en retrogusto. Con muy buena permanencia en boca. Acompaña muy bien a la comida especiada (principalmente a la comida mexicana). Pruébalo con chiles en nogada, cochinita pibil, tacos al pastor, mole almendrado.
Además de estos vinos, próximamente tendremos disponible Santossca Rosado. Síguenos en Instagram para saber más sobre las vinícolas del estado y su oferta de etiquetas.
