La rosca de reyes es el platillo con el que se cierra el periodo festivo conocido popularmente como Maratón Guadalupe-Reyes, y aunque a la mayoría se le antoje acompañarla con un chocolate caliente o un cafecito, este año te proponemos que la marides con vino.
Sí, porque de eso se trata el maridaje, de experimentar… Tal como lo hizo la sommelier Ruth Manrique, quien compartió con nosotros qué vino de Aguascalientes combinaría perfectamente con esta deliciosa tradición. Ruth es directora de Red & White, empresa dedicada a la capacitación vitivinícola y a la organización de catas maridaje; sommelier titular de Vinícola El Secreto y directora ejecutiva de la revista Omotenashi, en la que colabora en la sección “El mundo del vino”. Ha realizado especialidades en vinos mexicanos, vinos uruguayos y está certificada en vinos de Rioja.
El vino y la rosca de reyes
Nuestra recomendación, que sigue totalmente a la propuesta de la sommelier Ruth, es Viña Secreta Chardonnay, de Vinícola El Secreto, un vino aromático, persistente y franco. Es de color pajizo dorado con destellos verdosos; con aromas a manzana verde, pera y frutos tropicales; la reina de las uvas blancas nos regala en boca deliciosas notas de cítricos y miel, mantequilla y levaduras con una acidez equilibrada y alcohol bien integrado.
“Hago esta recomendación, primero porque éste es un Chardonnay diferente a lo que estamos acostumbrados a catar: tiene un paso por barrica de 3 meses, tanto en americana como en francesa, así que los matices del vino son muy peculiares. Y segundo, porque las características del Chardonnay, sabor a mantequilla, las notas de levadura o panadería, también están presentes en la rosca, ya que en su elaboración se usa la mantequilla y la levadura. Entonces, tenemos un maridaje muy armónico. En cuanto a lo frutal, el maridaje con un Chardonnay también es armónico y agradable porque la rosca es decorada con ate de membrillo”, explica la sommelier.
En el caso de las roscas rellenas de nata, que son de los rellenos más comunes, el acompañamiento con este Chardonnay sigue siendo una opción, puesto que “la nata al ser un lácteo y tener cierta untuosidad va de maravilla con la frescura de este vino”. Otras opciones que Ruth brinda es la de un vino espumoso que tenga características similares a las de esta etiqueta.
“A mí me gusta mucho experimentar y hacer maridajes de contraste. Por ejemplo, a una rosca rellena de nata le agregué fresas frescas y la maridé con un rosado de tempranillo; fue algo muy agradable, pero ya con otras notas de frutos rojos. La clave del maridaje es probar y experimentar”, comparte.
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